Cómo mejorar el rendimiento de tu ordenador
Cómo mejorar el rendimiento de tu ordenador
¿Quieres saber cómo mejorar el rendimiento de tu ordenador? En este artículo te daremos varias recomendaciones para lograrlo.
Algunos de estos trucos deberás hacerlos más frecuentemente que otros, y verás que no necesitas de un especialista. Podrás hacerlo tú mismo. ¡Comencemos!
Si notas que tu ordenador va lento o que de vez en cuando tarda unos segundos en responder, tal vez sea hora de poner en práctica nuestros consejos.
Cómo mejorar el rendimiento de tu ordenador
1- Mantener tu equipo limpio y en buen estado.
Con el uso del equipo, y el paso del tiempo, se va acumulando en el interior del equipo suciedad y polvo, y también se produce un desgaste de algunos componentes, como la pasta térmica, que se degrada de forma natural con el tiempo, y los ventiladores, que tienen una vida útil determinada.
El polvo y la suciedad pueden afectar al correcto funcionamiento de algunos componentes y limitar la efectividad de los ventiladores, lo que se traduciría en una menor capacidad de refrigeración, en temperaturas de trabajo más elevadas. En casos más extremos, puede generar una reducción de la vida útil de los ventiladores.
Un PC muy sucio también puede acabar propiciando la entrada de insectos al interior del equipo.
Mantener el PC en buen estado es fundamental para evitar que se produzca esa pérdida de rendimiento gradual.
Para cumplir esta recomendación es necesario limpiar el equipo por dentro, y a fondo, al menos una vez al año. También es recomendable mantenerlo en un lugar elevado y evitar exponerlo a zonas donde se concentren o se generen grandes cantidades de polvo y, por supuesto, lejos de fuentes de calor.
Para limpiar tu PC, puedes utilizar botes de aire comprimido, un compresor o cualquier otra herramienta que te permita soplar el polvo acumulado. Un cepillo de dientes también resulta de gran ayuda para llegar a casi cualquier rincón, y un paño ligeramente húmero puede ayudarte a limpiar los ventiladores.
Aunque resulte muy obvio, para mantener tu PC en buen estado, procura tratarlo y moverlo con cuidado, evitar golpes, sacudidas o movimientos que puedan comprometer su integridad estructural, y la de sus componentes.
2- Realiza mantenimientos básicos
Cada PC puede tener configuraciones diferentes que nos obliguen a realizar mantenimientos distintos, pero de forma general hay una serie de pautas básicas que tendremos que tener siempre presentes:
- Cambiar la pasta térmica, tanto del procesador como de la tarjeta gráfica. Es complicado establecer un margen temporal concreto, pero en mi caso suelo cambiar la de la CPU cada año, y la de la GPU en cuanto detecto pequeñas variaciones injustificadas de temperatura.
- Reemplazar las almohadillas térmicas, si es necesario. Se utilizan en numerosas tarjetas gráficas para hacer contacto en zonas vitales, como los chips de memoria gráfica y el sistema VRM. Tienen un papel idéntico al de la pasta térmica, y como esta se degradan con el paso del tiempo, aunque su vida útil es mucho mayor y no hay que cambiarlas con tanta frecuencia.
- Cambia los ventiladores que estén dando problemas, con el paso del tiempo, y el uso normal del equipo, los ventiladores se van deteriorando y pueden empezar a mostrar síntomas claros de que están a punto de fallar. Cambiarlos antes de que eso ocurra puede ahorrarnos un susto.
Realizar este mantenimiento te ayudará a evitar un sobrecalentamiento debido a una pasta térmica seca y desgastada que puede llegar a impedir una correcta transferencia de calor entre la CPU y el disipador, o que surgieran otros problemas de control de la temperatura.
Realizar estos mantenimientos solucionará esos problemas de exceso de calor y hará que los componentes puedan volver a funcionar a plena potencia.
3- Controla las actualizaciones de Software
Es un tema problemático, sobre todo tras el salto de Windows 10 al modelo de servicio y la continua llegada de actualizaciones de diferentes tipos.
Las actualizaciones semestrales de Windows 10 introducen nuevas funciones y, normalmente, corrigen errores, fallos de seguridad y pueden mejorar la estabilidad y el rendimiento, pero también pueden dar errores graves y fallos que te hagan notar que tu PC va cada vez más lento.
Los parches de seguridad y las actualizaciones de drivers también forman parte del ecosistema de actualizaciones de software con las que tenemos que lidiar en Windows 10.
En el caso de juegos y aplicaciones, las nuevas actualizaciones suelen representar un importante valor añadido, pero en algunos casos los cambios de versión pueden incrementar los requisitos, lo que hará que tu PC funcione pero y vaya más lento debido a las nuevas exigencias.
Si las actualizaciones no son obligatorias, asegúrate de que tienes el hardware adecuado para seguir disfrutando de una buena experiencia, y si no es así simplemente no actualices. No todas las actualizaciones tienen efectos positivos, así que cuidado.
4- Gestiona los drivers y las aplicaciones
Los controladores o drivers juegan un papel muy importante, pero su correcta gestión puede ser complicada. Mantener los controladores actualizados es la mejor opción, aunque con algunos matices importantes, ya que los nuevos drivers suelen estar optimizados para componentes de última generación, y pueden dar errores o conflictos con los más antiguos, o incluso generar pérdidas de rendimiento en algunos casos.
Si tienes un equipo de última generación, mantén los drivers actualizados buscando actualizaciones con frecuencia, pero espera un tiempo prudencial antes de instalarlos para descartar posibles errores no resueltos.
Por último, no olvides cumplir siempre estas cuatro claves:
- Instala los controladores descargados única y exclusivamente desde la web oficial del fabricante.
- Comprueba, antes de instalarlos, que son compatibles con tu hardware.
- No utilices drivers beta, solo versiones finales debidamente validadas.
- En caso de que hayas hecho cambios de hardware importantes, desinstala por completo los controladores anteriores, reinicia el equipo e instala los nuevos drivers.
En cuanto a la gestión de las aplicaciones, debes ceñirte a dos puntos muy claros:
- Elimina las aplicaciones que no utilices,te permitirá liberar recursos muy valiosos (espacio de almacenamiento y memoria RAM, si cargaba de inicio).
- Deshabilita las aplicaciones que no quieras que carguen de inicio,ya que estas harán que tu PC arranque más lento, y consumirán memoria RAM.
5- Haz análisis de seguridad periódicos y optimiza
La seguridad juega un papel muy importante en cualquier PC. Una infección por malware puede hacer que un equipo funcione con una lentitud extrema, y generar problemas tan graves que, al final, no tengamos más remedio que hacer un formateo completo.
Utilizar una solución de protección contra amenazas y realizar análisis de seguridad con cierta frecuencia es importante, pero también lo es tener un mínimo de sentido común: evita webs engañosas o potencialmente maliciosas, no descargues contenidos dudosos ni hagas clics en enlaces de origen desconocido, o poco fiables.
Por otro lado, también es buena idea recurrir periódicamente a las herramientas de optimización de cada sistema operativo. En Windows 10, por ejemplo, podemos optimizar las unidades de almacenamiento y liberar espacio de una manera sencilla y rápida. Son herramientas totalmente fiables, que están preparadas para trabajar con unidades SSD y que no os darán ningún tipo de problema.
Mantener el equipo protegido evitará infecciones que puedan llevar nuestro equipo al límite, y las herramientas de optimización pueden mejorar de forma considerable el rendimiento del equipo.
Cómo mejorar el rendimiento de tu ordenador
Ahora sabes cómo mejorar el rendimiento de tu ordenador, cuéntanos si ya aplicas estas recomendaciones.
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