¿Qué es la luz azul? Protégete de las pantallas
Estamos rodeados de pantallas. La del móvil, la de la tablet, la del ordenador, la de la televisión… estas pantallas nos distraen, nos ayudan, nos comunican… pero también nos exponen constantemente a una luz llamada “luz azul”.
La luz esta compuesta de varios tipos de rayos. Entre ellos algunos son visibles al espectro del ojo (como la luz azul) y otros no (rayos ultravioletas e infrarrojos). Los rayos que los ojos pueden captar se descodifican a través del cerebro para poder recrear lo que observamos.
La luz azul forma parte de la luz visible, es decir, aquella que el ojo humano es capaz de percibir. Esta luz la emiten fuentes naturales como el sol, o fuentes artificiales como lo son las pantallas de dispositivos electrónicos.
Los rayos de luz dentro del espectro luminoso tienen diferentes longitudes de onda y diferentes colores. La luz azul tiene una longitud de onda de entre 380 y 500 nanómetros. Abarca una amplia gama de luz que se extiende del azul turquesa al azul violeta. Se dice que la luz turquesa afecta directamente al ciclo del sueño y la violeta perjudica la salud ocular.
Las pantallas LED de televisores, tabletas o smartphones emiten una gran cantidad de luz azul. Nuestros ojos y los de los más pequeños (que requieren también mucha atención y cuidado) no están preparados para exponerse largos periodos de tiempo mirando fijamente estas pantallas.
¿Cuánto tiempo pasamos delante de las pantallas?
El tiempo de exposición que invertimos frente a pantallas digitales varia en función de diferentes factores, como lo puede ser el si trabajamos delante de un ordenador, si miramos mucho el móvil, si pasamos mucho rato delante del televisión….
Un 34% pasa de 4 a 6 horas delante de algún dispositivo, un 14% de 10 a 12 horas y un 10% más de 12 horas. Además, 2 de cada 3 personas entre 30 y 60 años tiene el síndrome visual informático que se traduce en (Afflelou, 2015):
- Dolores de cabeza
- Insomnio
- Fatiga visual
- Estrés visual
- Ojos rojos e irritados
Según un estudio hecho por The Vision Council, el uso masivo de aparatos tecnológicos ha provocado que el 68% de los jóvenes entre 18 y 35 años padezcan fatiga visual. Esta patología viene acompañada de síntomas como el picor de ojos, lagrimeo, sequedad o visión borrosa, muy comunes después de largas jornadas frente al ordenador o el smartphone.
Estudios que confirman los daños producidos por la luz azul
Hay mucha controversia en cuánto los efectos reales de esta luz y como influyen en nuestros ojos y cerebro. Hay estudios que confirman su efecto dañino, y otros que lo niegan. Aun así, hoy queremos poner encima de la mesa las posibles consecuencias que se investigan y se identifican en diferentes estudios, ¿porque más vale prevenir que curar, no?
Según un estudio que presentó la Universidad Complutense de Madrid al Colegio de Médicos, también de Madrid, se confirman los daños irreversibles que la luz de las pantallas digitales pueden provocar en los ojos. Este estudio concluye que la exposición a la iluminación de luz LED produce un daño en la molécula que puede dar lugar a un escotoma central o que es lo mismo, a la llamada ceguera central.
Este concepto explicaría que una exposición cercana o prolongada a las ondas de luz azul pueden desencadenar un daño irreversible a las células de los ojos. Estudios dicen que las moléculas de la retina se oxidan por la luz y crean especies químicas toxicas. Entonces, las moléculas de la retina matan a las células foto receptoras que no pueden volver a desarrollarse.
Durante estos últimos tiempos, sobretodo estas últimas décadas, neurocientíficos han descubierto nuevas células fotosensibles del ojo que detecta la luz. Son células independientes a las que usamos para la visión y tienen un fotopigmento al que se le ha llamado meanopsia que concretamente es muy sensible a la luz azul. Los estudios están confirmando que la luz azul alerta la cerebro, inhibe y suprime la melatonina y nos modifica el reloj biológico de nuestro cuerpo. Además, esta luz altera nuestros ciclos de regulación circadiana y dificulta el sueño.
¿Cómo protegernos y cuidar a nuestros ojos de los efectos dañinos de la luz azul?
“No hay que tener miedo de las pantallas, lo que plantea problema es la sobreexposición” – oftalmólogo Vincent Gualino
Las personas que trabajamos con ordenadores y todo tipo de pantallas debemos controlar más el tiempo de exposición y el cuidado de nuestros ojos ante estas, así como la distància a la que nos colocamos. Es por eso que hoy, des de AIP Barcelona, os queremos ofrecer unos consejos para que podáis usar las pantallas de forma segura y saludable.
Algunas de las propuestas que os ofrecemos son:
- Limitar el tiempo de uso de dispositivos tecnologicos. Esta medida permitirá que podamos reducir la exposición a la luz azul y así descansar la vista. En la próxima publicación hablaremos de cómo regular el tiempo de uso de nuestros dispositvos
- Hacer descansos visuales. No pasar más de media hora seguida, descansar
- Parpadear con frecuencia
- No estar en contacto con pantallas en las últimas horas del día ni antes de dormir (mínimo dos horas antes de dormir)
- Manten tu entorno iluminado cuando utilices pantallas
- Regula la intensidad de la luz de tus pantallas. Usa el modo Night Shift si cuentas con él
- Acude de forma regular a tu oftalmólogo para hacerte las revisiones correspondientes a la edad
- Existen gafas específicas con un cristal especializado que protege la visión de la luz azul. Disminuyen la indensidad de la fuente y amortiguan la fatiga visual. Sería una buena idea informarnos sobre el uso de estas gafas y cuestionarse si son necesarias en función de nuestro tiempo de exposición
La tecnología evoluciona, hazlo tu también y cuídate.