La ciencia lo confirma: las fake news se extienden más rápido que la verdad
Internet ha acelerado el ritmo y la velocidad de nuestra comunicación. Esta aceleración a la hora de comunicarnos permite multiplicar la cantidad de contenido informativo, reducir el tiempo de comunicación y también manipular su veracidad. Internet esta lleno de fake news y a día de hoy, se expanden más rápido que la verdad. Las fake news enganchan, generan interacción y se comparten sin filtro ni reflexión. Estar bien informado cuesta, pero hoy en día es más difícil que nunca.
En las últimas décadas, con la revolución imparable de las redes sociales e Internet, el sector periodístico ha sufrido una gran crisis de veracidad. La prensa escrita tradicional no solo ha tenido que reinventarse y adaptarse a la nueva era sino que ha tenido y sigue luchando por defender sus políticas éticas y de veracidad.
Con esta revolución han aparecido las publicaciones online. Estas publicaciones se pagan con los ingresos de la publicidad de Internet. Por cada clic que se haga en los anuncios de sus páginas, se generan beneficios. Este es el motivo por el cual hoy podemos encontrarnos cada vez más con sitios web de noticias falsas o fake news. Aunque las fake new no son un concepto nuevo, están de moda, pero han existido siempre. Las fake news existen desde que tenemos uso de la palabra y de mentir.
El concepto de fake news saltó a la fama y se puso de moda cuando en 2016 salió escrita en los titulares el todo el mundo. Y eso, ¿debido a qué? Pues que las secciones de noticias de Google y Facebook se llenaron de publicidad y artículos durante las últimas elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2016. Apareció información falsa sobre Hillary Clinton, el Papa Francisco, Donald Trump… Esto supuso un boom a nivel internacional y los creadores de estas noticias empezaron a lucrarse con artículos inventados compartidos a través de Facebook.
Estas noticias falsas llegaron a tener tal repercusión que Universidades prestigiosas como la de Nueva York y la de Stanford pusieron en marcha estudios sobre las repercusiones reales de estas noticias.
¿Qué son las fake news?
Las fake news son noticias falsas que se difunden con la intención de engañar. Tienen dos características principales: tienen un objetivo claro y intentan aparentar ser una noticia real. Los objetivos más comunes de las fakes news son lucrativos, es decir, ganar dinero con ellas. También podemos hablar de objetivos ideológicos, con la intención, por ejemplo, de influir en el pensamiento de la sociedad.
Consecuencias y/o motivos de las fake news
Las fake news son promocionadas, difundidas y multiplicadas porque vivimos en una sociedad cansada de la (sobre) información y esto nos conlleva a la desinformación. Estamos constantemente expuestos a un bombardeo de información, hasta el punto que huimos de esta. El hecho de que salgan noticias extravagantes, que llaman la atención por encima de las otras, hace que ni nos paremos a cuestionar su credibilidad y nos las creamos sin ni tan solo contrastarlas.
Otra grave consecuencia de las noticias falsas es la perdida de confianza hacia los medios de comunicación. Un estudio de este año liderado por Edelman determina que los medios son el sector peor valorado por la población en 22 de los 28 países incluidos en el estudio. También reveló que el 63% de los encuestados dice no saber distinguir una noticia falsa de una verdadera, y que encuentran problemas para identificar los medios fiables.
¿Como luchar contra las fake news?
Google y Facebook se han comprometido con acabar con las noticias falsas. Gracias a este cumulo de conflictos internacionales con las fake news, han ido apareciendo diferentes plataformas enfocadas a desenmascaras estas noticias con información no verídica. Se conoce Facterbot, una aplicación para Facebook Messenger creada por el periodista Andrés Jiménez que verifica tres noticias por semana.
Lo primero que debemos contemplar es que para detectarlas, necesitamos tiempo y distancia. Vivimos en un contexto en que la comunicación immediata no nos permite hacer la digestión de la información que recibimos. Tener que cuestionar esta información que nos llega, implica invertir cierto tiempo e ir más allá del titular y la fotografia.
El siguiente paso es contrastar esta información. Mirar si hay otros medios verídicos y fuentes verídicas que informan de lo mismo que queremos comprobar. Si se cita a una única fuente, seguramente, tiene muchas probabilidades de ser falso. Hay otros signos para descubrir la veracidad de una publicación, como por ejemplo, la forma en la que esta redactada. También podemos mirar la dirección de la cual nos llega la información: si no la reconocemos o no nos resulta familiar, es mejor no abrirla.
Los titulares escandalosos o llamativos acostumbran a ser una estrategia para sumar clicks y de este modo, obtener beneficios económicos. Hace falta reflexionar antes de abrir ciertas cosas.
¿Pero cómo combatirlas? Lo más importante para acabar con las noticias falsas es tomar la responsabilidad individual de hacer lo que toca y colaborar para su eliminación total. Hay que actuar, no nos podemos quedar impasibles ante lo que sucede. Esto consiste en no difundir información que no sabemos realmente si es verdadera o no, ni tampoco crear contenido no fiable.