Diferencias entre los coches eléctricos e híbridos
Conoce las diferencias entre los coches eléctricos e híbridos
Los coches eléctricos e híbridos son el futuro de la tecnología automovilística, en un mundo que empieza a ser consciente de la necesidad de apostar por la movilidad sostenible. Conoce las diferencias entre los coches eléctricos e híbridos!
En los últimos años, el avance y la integración de los coches eléctricos en la sociedad actual ha marcado el panorama automovilístico nacional e internacional. Los consumidores europeos son cada vez más conscientes de las limitaciones que presentan los coches de combustibles tradicionales y buscan mejorar la calidad de la conducción, la cual cada vez vive más restricciones gubernamentales.
El coche eléctrico es ya una realidad bien patente en el parque automovilístico europeo. Día a día estos vehículos van ganando terreno de ventas a los coches con motor de combustión.
Para reemplazar los coches de combustible tradicionales, llegaron al mercado los coches eléctricos, pero también están los coches híbridos, que se dividen entre coches híbridos convencionales, y los coches híbridos recargables.
En este artículo presentaremos las ventajas y desventajas de tener un coche eléctrico y también te contaremos las diferencias entre los coches eléctricos, los coches híbridos y los coches híbridos recargables.
Vehículos 100% eléctricos (denominados BEV o «Battery Electric Vehicles»)
Se trata de un vehículo propulsado exclusivamente por uno o más motores eléctricos y basa toda su potencia y autonomía en la energía que le pueda aportar una batería recargable. Esta batería está compuesta por lo general de iones de litio aunque se avanza en el desarrollo de nuevas baterías con nuevos compuestos como el grafeno.
Cómo se cargan:
Sencillos y muy fiables, los coches eléctricos convierten en movimiento prácticamente toda la energía que produce el motor. ¿Cómo se recargan las baterías? Hay que enchufarlos a la red doméstica o a un ‘Wallbox’, una instalación que permite una carga semi-rápida. Otra opción es enchufar el coche a un cargador rápido, recomendado para momentos puntuales como puede ser un viaje de largo recorrido, ya que un uso continuado acaba deteriorando la batería.
El tiempo estimado de carga dependerá de la capacidad de las baterías del coche y del tipo de cargador. Para un coche eléctrico medio se podrían cargar desde unas 10-12 horas, que se reducen a 6-8 horas con un Wallbox. En un punto de carga rápida conseguirás el 80% en aproximadamente media hora. Sin embargo, la demanda energética de este tipo de puntos es mucho mayor, equivalente a un edificio de varias plantas.
Qué autonomía ofrecen:
La autonomía de los coches eléctricos viene determinada por las baterías, y aquí también ha habido una importante evolución. Los últimos coches eléctricos que están llegando al mercado ya superan los 450 kilómetros de autonomía homologada, un kilometraje que se puede ver reducido según el uso del climatizador, sistemas electrónicos, nuestro modo de conducción, etc.
La autonomía está empezando a dejar de ser un problema para un uso urbano, aunque sigue teniendo limitaciones para afrontar un viaje de largo recorrido..
Cero emisiones
Un coche eléctrico no contamina porque no necesita combustible. Estos vehículos funcionan gracias a la conversión de la electricidad en energía. Los coches 100% eléctricos no emiten absolutamente ninguna emisión de gases contaminantes durante su funcionamiento, por lo que si nos preocupa realmente el medio ambiente, esta debería ser una ventaja muy a tener en cuenta.
No produce contaminación acústica
Pocas veces se precisa que la contaminación acústica es uno de los grandes problemas en las ciudades. A este caso, el coche eléctrico es mucho menos ruidoso que los de gasolina, con lo cual es una ventaja añadida para aquellos más concienciados con la calidad de vida en las grandes ciudades. En un vehículo eléctrico podremos conversar sin necesidad de levantar la voz o escuchar música a un tono normal.
Menos averías mecánicas
Al prescindir de un motor tradicional y un cambio de marchas tradicional con embrague, las averías de esta índole quedan reducidas a prácticamente ninguna, ya que hay muy pocos elementos en movimiento y expuestos al desgaste en un coche eléctrico.
Ahorro en mantenimiento
El gasto en el mantenimiento del motor que nos produce un vehículo diésel o gasolina es bastante alto. Sin embargo, con un coche eléctrico este gasto nos lo ahorramos y nuestro bolsillo lo agradece bastante. La razón de este ahorro está en el motor del coche eléctrico, ya que es muy compacto y mucho más fiable que los tradicionales. Es muy inusual que un motor eléctrico falle, es muy simple, no tiene apenas complementos, sin embargo, los motores tradicionales pueden dar numerosos fallos (en el sistema de refrigeración, del aceite…) e incluso dejar el motor inutilizado, algo que nos dejaría sin coche, puesto que cambiar el motor de un coche tradicional es muy caro y en la mayoría de los casos no merece la pena.
Así que, más allá de los elementos desgastables como los frenos o los neumáticos, el mantenimiento de un coche eléctrico queda reducido a un chequeo del estado de las baterías y los motores eléctricos cada determinado tiempo. Se acabó el cambiar filtros, lubricantes y líquidos varios.
Mayor eficiencia
Un coche eléctrico es mucho más eficiente que uno tradicional. Su eficiencia ronda el 90% cuando en un automóvil tradicional se queda en el 30%, es decir, un vehículo eléctrico necesita menos energía para realizar el mismo esfuerzo por lo que, en definitiva, consume menos.
Traducido en euros podríamos decir que un coche eléctrico gasta tan sólo un euro cada 100 km mientras que uno tradicional ronda los 7 euros cada 100 km.
Nulo consumo
Lógicamente el coche eléctrico no consume ningún combustible, por lo que no debemos ir a llenar el depósito ni preocuparnos por consumir más o menos. Esto supone un importante ahorro en combustible ya que el coche eléctrico se puede cargar durante la noche en el garaje y con un gasto equivalente a 1€/100 kilómetros aproximadamente.
Ventajas fiscales
Además de un menor gasto de mantenimiento, menor coste de energía y disfrutar de tarifas reducidas en aparcamientos públicos, los vehículos eléctricos cuentan con diversas ventajas fiscales. Así, en Barcelona, el Impuesto de Matriculación es gratuito y se ofrecen descuentos de hasta el 75% en el Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica.
Facilidades para el aparcamiento
En muchos sitios se bonifican las tarifas de aparcamiento público. Un coche eléctrico no paga nada en los aparcamientos de zona azul o verde de las ciudades y también se bonifica el uso de cargadores en plazas de aparcamiento públicas.
Circular en ciudades y uso del carril Bus/VAO
En los episodios de alta contaminación, algunas ciudades restringen la circulación de vehículos por el centro, pero los vehículos eléctricos no están incluidos en esta restricción. Además, se les permite el uso de los carriles especiales Bus/VAO y circular con un solo ocupante, lo que representa un ahorro en tiempo y una mejor circulación en las grandes ciudades.
Etiqueta 0 de la DGT
La DGT identifica a los coches menos contaminantes con el distintivo azul “Cero emisiones”. Su utilización es voluntaria de momento, aunque en Madrid es obligatorio si se quiere disfrutar de sus ventajas, como circular en el centro de la ciudad en espacios de alta contaminación.
Condiciones muy ventajosas en la financiación
Además de los diferentes programas de incentivos oficiales, los propios fabricantes ofrecen unas interesantes condiciones de financiación para la compra de un coche eléctrico. De esta forma se incentiva la compra de este tipo de vehículo, a la vez que lo hace más asequible a aquellas personas que tengan la necesidad de comprar un coche nuevo.
La póliza del seguro sale más barata
Las aseguradoras también son conscientes de los menores inconvenientes de los coches eléctricos, por lo que a la hora de contratar el seguro saldrá más a cuenta.
Vehículos híbridos convencionales (denominados «Full Hybrid»)
El vehículo híbrido es un vehículo propulsado por una combinación de motores de combustión y eléctrico.
En este caso, el motor eléctrico funciona en dos modos: a bajas revoluciones, es decir, cuando el vehículo está realizando maniobras de aparcamiento o en el inicio de la arrancada.
En marcha, como aportación al motor de combustión principal. Su batería no es recargable externamente sino que lo hace a través del alternador del coche.
Cómo se recargan los híbridos:
Mediante la gestión de la carga y la recarga de la batería con ayuda del motor de combustión y aprovechando la energía que se genera en las frenadas y retenciones.
Autonomía:
Los híbridos funcionan como un coche convencional. No se carga desde una red eléctrica y realmente su funcionamiento en modo solo eléctrico es muy limitado, entre 2 y 5 kilómetros, si bien estas baterías se están recargando constantemente en modo de conducción normal.
Ventajas de los coches híbridos:
Cuentan con Etiqueta Cero y el precio para aparcar en la zona regulada es más barato, entre otros beneficios. Su consumo urbano es más reducido porque es donde más se aprovecha el modo de conducción eléctrico, se conduce de manera suave y es muy silencioso. Si comparamos los coches híbridos y eléctricos, los primeros son más baratos.
Vehículos híbridos recargables (llamados PHEV o «Plug-in Electric Vehicles»)
Se diferencian de los híbridos convencionales en que su batería es de mayor capacidad y se puede recargar en un enchufe. Están propulsados por un motor de combustión interna –normalmente de gasolina- y uno o varios propulsores eléctricos.
Puede ser propulsado por el motor de combustión o por el motor eléctrico a voluntad, o por ambos al mismo tiempo. En el caso del modo eléctrico, estos vehículos suelen tener una autonomía de unos 50km en trayectos urbanos. Su batería puede ser recargada a través de una fuente de energía eléctrica exterior o a través del motor de combustión.
Disponer del modo eléctrico es muy útil en situaciones en las que hay restricciones al tráfico por contaminación. Además, goza de las ventajas de la “etiqueta Cero” de aparcamiento de un vehículo eléctrico 100%.
Cómo se carga la batería:
Al igual que un coche eléctrico, el híbrido enchufables se puede recargar conectándolo a una toma doméstica, un cargador tipo ‘Wallbox’ o un cargador rápido. Además, la batería se recarga de forma autónoma durante la marcha, aprovechando la frenada regenerativa y los diferentes modos de conducción.
Autonomía de los PHEV:
Al contar con baterías de mayor capacidad que los híbridos convencionales, los PHEV disfrutan de una mayor autonomía eléctrica que puede oscilar entre los 40 y 60 kilómetros.
Una vez descargada la batería eléctrica, el motor de combustión funciona en su forma habitual, lo que nos permitirá realizar kilómetros con la limitación de un depósito de combustible convencional.
Ventajas de los híbridos enchufables
Los híbridos enchufables ofrecen un rango de utilización que permite aprovechar su autonomía en modo eléctrico en el día a día, incluso sin necesidad de que entre en funcionamiento el motor de combustión. Además, su motor de combustión permite viajar sin las limitaciones propias de un coche eléctrico.
También disfrutan de la Etiqueta Cero de la DGT siempre que superen los 50 kilómetros de autonomía. Comparándolos con los coches eléctricos, los híbridos enchufables son más económicos, pero, en cambio, son más caros que los híbridos.
Ahora que ya hemos hablado sobre las diferencias entre coches eléctricos e híbridos, te contaremos las desventajas de los coches eléctricos, para que puedas evaluar los contras de tener este tipo de vehículos.
Desventajas de los coches eléctricos
Poca autonomía
Es, quizás, la mayor desventaja de este tipo de vehículos en comparación con los híbridos y los de motor de combustión. A pesar de que han mejorado bastante, la batería de los vehículos eléctricos solo permite recorrer un cierto número de kilómetros (de 150 a alrededor de 450 km, según el vehículo). Además, el coche necesita de ciertas horas de carga, por lo que no puede ser usado de inmediato como los vehículos de gasolina o diésel.
La autonomía de un coche eléctrico es el principal inconveniente a la hora de adquirir uno. Si queremos hacer un viaje largo, de Madrid a Barcelona por ejemplo (que hay más de 600 km), lo vamos a tener muy crudo ya que la autonomía media de un coche eléctrico es de unos 200 km.
Aun así, cada día tenemos mayores avances y van saliendo modelos con mayor autonomía, aunque ésta depende de muchos factores, como por ejemplo de la velocidad, del aire acondicionado o de la edad y estado de la batería, entre otras muchas cosas.
Red de puntos de recarga inadecuada
Es uno de los principales problemas a los que se enfrentan los consumidores, pues España es uno de los países con menos puntos de recarga de toda la UE. Estos puntos de recarga suelen estar ubicados en estaciones de servicio o en ciertos lugares adecuados, pero aun así hay tramos en los que es complicado encontrarlos.
debemos tener en cuenta que necesitamos un garaje, además de la instalación necesaria para la toma de corriente para poder cargar la batería del coche.
Si tenemos garaje propio esto no debe suponer ningún problema, sin embargo, si nuestro garaje es comunitario, debemos contar con el permiso de los vecinos antes de iniciar con la instalación.
Si necesitas cargar tu vehículo fuera de tu garaje, aquí puedes conocer los puntos de carga para coches eléctricos en nuestro país, aunque por el momento siguen siendo insuficientes.
Menos potencia en la conducción
Este punto es el que resulta menos atrayente de los coches eléctricos y sus ventajas y desventajas para aquellos aficionados a la velocidad. Sin duda, un coche eléctrico no tiene la potencia ni el motor para alcanzar las revoluciones propias para conseguir la velocidad de un motor convencional.
Alto precio de las baterías
Aunque esta clase de vehículos se caracteriza por su alta funcionalidad y fiabilidad, uno de los problemas de los coches eléctricos son las baterías que usan son elementos muy caros, por lo que, en caso de avería o degradación, hay que prepararse mentalmente para desembolsar más de 1.000 € en el mejor de los casos. Una batería dura una media de entre 7 y 10 años, por lo que es un gasto a tener en cuenta. Algunas marcas han empezado a vender sus modelos eléctricos sin la batería incluida en el precio o con la posibilidad de alquilarla.
Consumo de energía eléctrica
Si bien es cierto que son los modelos actuales que menos contaminan (con una tasa de 0 emisiones), la energía eléctrica que usan, y su consecuente producción, sí que contaminan.
Precio elevado
El precio de un coche eléctrico es bastante superior a la de uno tradicional.
Pocos talleres especializados
Aunque no es frecuente que este tipo de vehículos se estropeen, también pueden hacerlo y es difícil encontrar un taller cercano que pueda arreglarnos nuestro coche eléctrico. Además, si necesitamos cambiar alguna pieza, nos saldrá bastante más caro que si de un coche tradicional se tratara, ya que existen menos e incluso es posible que tengan que traerla de otro país.
Esperamos que este artículo sobre las diferencias entre coches eléctricos e híbridos te haya sido útil. Déjanos tu comentario si tienes alguna pregunta o acotación!
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