Amor en tiempo de redes sociales
Amor 2.0
Ni siquiera el amor se escapa de la modernidad ni de las tecnologías. Los sitios de citas en busca de pareja han proliferado en Internet y los conflictos entre parejas debido a Internet también son un hecho real del que se habla a todas horas.
Internet y las redes sociales no sólo han revolucionado la forma de buscar información y comunicarnos, sino que también han provocado cambios en la forma de encontrar pareja y relacionarse con ella. Podemos decir que la tecnología ha ido modificando la experiencia del romance y con eso, las exigencias sentimentales modernas también han cambiado a partir de las herramientas tecnológicas actuales. Se están creando nuevos modelos de relación y se están dando cambios, concretamente en la forma en la que las parejas se demuestran o buscan el amor.
No todo es romanticismo en el mundo digital…
Cada vez más es más frecuente escuchar a personas que se quejan de que los móviles y sus diversas aplicaciones están creando conflictos en sus parejas, llegando incluso a provocar su ruptura. Los tics azules de whatsapp, las últimas conexiones, la lista de personas a las seguimos en Instagram, oficializar o no la relación a través del espejo público de Internet…
Muchas veces Internet permite el nacimiento de relaciones fuertes y estables, pero sin embargo, en otras ocasiones, se convierte en un espacio propicio al conflicto.
Podemos decir que nos encontramos en un momento en que, a pesar de tener más vías de comunicación que en ninguna otra época, nuestras relaciones humanas, incluyendo por supuesto las amorosas, se han vuelto cada vez más complicadas de vivir y comprender.
De todos modos, los psicólogos expertos en el tema dicen que es necesario tener en cuenta que las redes sociales por sí mismas no son las culpables, es decir, no son ni ángeles ni demonios. Todo depende, una vez más, del uso que hagamos de ellas y del control que tengamos sobre el tiempo que dedicamos a ellas.
Cuanto más tiempo pasamos navegando en Internet, nos volvemos más propensos a sentir celos en nuestras relaciones sentimentales.
Control, el mayor de los problemas
Existen varios comportamientos patológicos de control de la otra persona que son acentuados con la tecnología. Las aplicaciones y las redes sociales, como Whatsapp, han transformado la forma de hablar de unos con otros. Esta sobreexposición social puede provocar en la pareja celos, ansiedad y necesidad de control.
La dinámica de las redes sociales ha puesto sobre la mesa la posibilidad de establecer vidas paralelas en las que uno se puede relacionar a través de estas con miles de personas nuevas que antes, sin estas plataformas, nunca podríamos haber imaginado llegar a construir.
Según el uso de las redes sociales y la intensidad de este, podemos encontrar diferentes actitudes:
- Vida paralela (alter ego). El anonimato o la no presencia que ofrece Internet contribuyen a que las personas se atrevan a arriesgarse más y olvidar tener en cuenta valores esenciales y conceptos como la fidelidad. Aún así, es importante diferenciar que el hecho de que uno decida empezar una vida paralela no es debido a las redes sociales sino a aspectos emocionales o relacionales que no funcionan a nivel personal o de pareja.
- Fantasmas en la relación. En Estados Unidos, los expertos en divorcios afirman que la creciente popularidad de las plataformas de interacción privadas son un vehículo de tentación cada vez mayor para las personas a engañar a su pareja. Eso provoca que esposas y maridos cansados de sus relaciones o con problemas personales traten de llenar su vacío o recrear un amor ficticio y pasional contactando con otras personas en Internet y de aquí, empezar a vivir experiencias, en un primer momento, idílicas y fugaces, que pueden acabar como la relación que no han sabido conllevar.
- Exposición: los problemas de exposición dependen de la personalidad de cada miembro de la pareja y de cómo gestionan su relación. Hay parejas, o miembros de estas, que optan por compartir sus experiencias y parte de su relación a través de las redes. Hay quiénes prefieren privatizar su vida. El no estar de acuerdo con una de estas visiones puede provocar un conflicto entre los miembros de la pareja con voluntad distinta.
Según un estudio realizado por la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid (2014), las discusiones por el contenido de las redes sociales están a la orden del día, cediendo en muchas ocasiones el control de las cuentas y sus dispositivos como muestra de amor a sus parejas (33% de las chicas frente al 23% de los chicos). En otro estudio realizado por la Universidad Nacional de Educación a Distancia (2016) encontramos que un 85% de los jóvenes se intercambian las contraseñas debido a motivos de confianza, justificando este argumento con expresiones del tipo “si tu pareja no tiene nada que esconder, ¿por qué no intercambiarla?”. Pero, pensemos un segundo, es realmente una muestra de confianza dejar tu contraseña a tu pareja, o por el contrario es una muestra de desconfianza el querer tenerla.
¿Cómo manejarlo?
Para empezar, la inteligencia emocional y el bagaje educacional son esenciales para la correcta gestión de la relación y de este tipo de problemáticas. Ser consciente de nuestros actos, ser coherentes con ellos, ser realistas y confiar (pero no con los ojos cerrados). La principal clave para tener una relación sana es estar sano uno mismo. De este modo, es posible proyectar a fuera lo que hay dentro de nosotros. Cuando se establecen problemas de este tipo, hablados hasta ahora, y la persona que los sufre tiene suficiente madurez como para saber tratarlos, el problema se resolverá mucho más rápido que si la persona sufre dependencia o inseguridad. Aun así, os compartimos varios consejos básicos para tener una buena relación con tu pareja y con las redes sociales:
Es importante recordar que los dos miembros de la pareja tienen derecho a la intimidad. Por lo tanto, es esencial respetar mutuamente la intimidad del otro y tener la seguridad necesaria en uno mismo como para no tener que llegar a la necesidad de desconfiar a este nivel. Además, también es importante tener en cuenta al otro en el momento en que expones tu vida a través de las redes. Pregúntale a tu pareja si le gusta que compartas vuestras fotos antes de hacerlo.
Por otro lado, no tendríamos que dar por hecho que nuestra pareja invierte el mismo tiempo que nosotros en las redes sociales. Hay a quien le gusta interactuar en Internet y quien no. Respetables las dos.
Es importante tratar de ser transparente en la gestión de amigos y seguidores de las redes. Dialogar estos temas y tener confianza y valor para hacerlo puede fortalecer la confianza de la relación.
El pasado de nuestras parejas es igual de pasado que el nuestro. Es probable que exista este pasado también en las redes sociales. Háblalo con tu pareja si te preocupa, pero recuerda que su presente es distinto.