Startup. Salir de la zona de confort y abrazar la incertidumbre

Una startup es una empresa emergente que tiene un vinculo laboral y directo con la tecnología. Hablamos de organizaciones humanas con grandes capacidades de cambio. Las startups son negocios que presentan ideas innovadoras y deseadas por el mercado. Acostumbran a estar formadas por jóvenes que hacen que sus ideas sobresalgan en el mercado por sus características nuevas e impactantes. Son compañías jóvenes, creativas y próximas emocionalmente a su segmento de clientes. Son empresas que operan con costes de desarrollo mínimos, normalmente inferiores a con los que las empresas tradicionales cuentan. Las startups están estrechamente ligadas al concepto del tiempo. Son negocios que intentan escalar rápidamente y con facilidad.

Aunque el término de startup puede ser aplicable a negocios de muchos ámbitos, mayoritariamente se utiliza para aquellos proyectos que tienen un fuerte componente tecnológico y que acostumbran a estar relacionados con Internet y las TICs.

Tal y como su mismo nombre indica, las startups se definen así solamente en su proceso de inicio (start). Las principales empresas potentes a nivel tecnológico como lo son Facebook, Google, Airbnb, Uber… empezaron siendo startups, pero actualmente, gracias a su crecimiento in crescendo e imparable ya no las nombraríamos así. Este proceso en el que se deja la etiqueta de startup se da cuando la empresa es capaz de integrar la tecnología hasta el punto que permite distribuir el producto de manera exponencial.

“Este tipo de negocios debe tener la capacidad de adquirir usuarios de manera exponencial, con medios de distribución que le permitan llegar a un número mayor de usuarios y de clientes, así como una venta que no sea lineal. Los ingresos crecen mucho más rápido que los gastos de la compañía y esto, normalmente, se logra a través de la tecnología” (Eduardo Morelos, director de Startupbootcamp Finetch México).

¿Cómo se inicia una startup?

Las startups no son empresas tradicionales. Funcionan de distintos modos. Las startups no acostumbran a utilizar las mismas fuentes de financiación que las empresas tradicionales como lo serian los créditos de bancos.  Las startups acostumbran a iniciar su viaje gracias al capital que diferentes inversores les ofrece a cambio de obtener un porcentaje de la empresa. La tipología de estos inversores es amplia y variada. Pueden ser desde los FFF (friends, family y fools), que son los que normalmente ayudan a dar el paso en sus inicios, o el Venture Capital o Private Equity que aportan su dinero en etapas más avanzadas. También existen los Business angels, personas que deciden apoyar el proyecto e invertir su propio dinero para involucrarse directamente con él. Además, son modelos de negocio que no requieren de grandes inversiones de capital para su desarrollo pero que gracias al uso intensivo de la tecnología pueden generar economías de escala que acaban produciendo grandes ingresos.

Pero lo que pensamos que es más importante aún que el propio capital a la hora de iniciar una startup, es la voluntad de innovación. Esta característica es uno de los principales rasgos distintivos de las startups. Son modelos de negocio que parten de una idea creativa, por lo tanto, requieren de un potencial creativo a la hora de empezarlas.

Además de todo esto, para iniciar una startup que tenga potencial suficiente para acabar convirtiéndose en un modelo de negocio consolidado, se necesita paciencia y confianza en el potencial de uno mismo.

Para que las ideas de las personas que empiezan a crear startups puedan convertirse en potenciales exitosos es necesario tener en cuenta varios aspectos:

• Conocer bien el entorno y los posibles competidores
• Conocer que es lo que vas a aportar y que necesidades se cubrirán con tu negocio
• Autodefinirse de forma clara y consistente
• Conocer bien los recursos que se necesitaran para materializar el negocio
• Confiar en la idea que nos mueve a ofrecer este negocio al mundo, proyectarla y creer en ella
• Innovación continuada: renovarse o morir

La incertidumbre del modelo de negocio de las startups

Todas las formas de negocio que empiezan tienden a mancar de garantías que confirmen que la empresa conseguirá su propio sostenimiento. Las startups son empresas que tienen, aún, pocos antecedentes en el mercado. Esto implica que sea difícil hacer previsiones primerizas de su éxito potencial. Desafortunadamente muchas de las startups desaparecen al cabo de poco tiempo de iniciar su proceso de creación. Pero, emprendimiento implica comenzar un negocio desde el prinicipio, con sus riesgos y potencialidades.

Las startups se basan en dos elementos o columnas vertebrales centrales. La primera consiste en el objetivo, que normalmente consiste en desarrollar un modelo de negoio que llame la atención, que sea deseado por el mercado, que crezca facilmente y que sea rentable economicamente. La segunda son todas aquellas condiciones debajo de las cuales se conduce el desarrollo de este objetivo y que normalmente va acompañado de la palabra incertidumbre.

Nadie nos ha educado para aceptar o simplemente abrazar todo lo que implica este concepto, el gran desconocido, la incertidumbre. El desconocimiento genera dificultades. Nos han enseñado a movernos en terrenos envueltos de certidumbre, pero las startups no funcionan así, no se alimentan de metodos tradicionales. Es por eso que se han creado diferentes métodos para conseguir gestionar y llevar a cabo este modelo de negocio, relativamente nuevo aún, en terrenos de la incertidumbre. Uno de los ejemplos más conocidos es el que se conoce como Lean Startup.

Por lo tanto, diriamos que sería más fácil entender las startups como negocios donde la incertidumbre es algo natural y necesariamente tendremos que incluirla en la metodologia.

Metodología Lean Startup

La metodologia Lean Startup rediseña el proceso tradicional de la creación de las empresas y lo convierte en un proceso más eficiente, reduce el riesgo asociado al lanzamiento de nuevos proyectos y facilita el camino.

Esta metodologia proviene del concepto que acuñó Eric Ries, pero su origen primero proviene de Japón, de las teorióas de Lean Manufacturing de Toyota. Eric Ries es discípulo del verdadero cerebro de esta metodologia, Steve Blank.

Esta metodologia utiliza distintas tecnicas para conseguir un único objetivo: crear negocios viables. Esta metodologia parte de la idea que una startup no es una empresa, sino una organización temporale que tiene que encontrar un modelo de negocio que tenga viabilidad y escalabilidad.

Los principales principios de esta metodologia son:

• Validación: se tiene que validar la idea en el mercado
• PMV: para poder validar esta idea hace falta crear un producto mínimo viable
• Se tiene que lanzar al mercado de forma rápida y eficaz
• Tendremos que medir los resultados de este lanzamiento
• El mercado nos dará feedbacks para conocer si tenemos que cambiar de idea, cambiar una parte de esta idea o preservarla como tal.

Por lo tanto, esta metodologia defiende la necesidad de construir un producto mínimo variable, provar este producto llevandolo a un grupo de potenciales clientes, conocer sus reacciones (feedback) y en función de estas, corregir lo que haga falta antes de lanzarlo definitivamente al mercado.

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