Hogares inteligentes: domótica, Internet de las cosas y tecnología RFID
Hoy en día estamos avanzando hacia una nueva forma de entender nuestro día a día. Todos estamos conectados, todos y todo. Esta conexión no solamente nos influye a nosotros sino que tiene un gran impacto en la forma que tenemos de entender el hogar. A lo largo de los últimos años, el concepto de tecnología ha ido extendiéndose en ámbitos donde antes era poco frecuente, por ejemplo en el doméstico. Los cambios en los hábitos de vida que derivan de los avances tecnológicos han creado realidades distintas de las que nuestros abuelos o incluso nuestros padres podrían estar acostumbrados. Nuestra rutina está cada vez más llena de dispositivos y servicios cibernéticos. La tecnología también esta transformando la manera de entender el hogar, incluso la manera de construirlo, con tecnologías más eficientes y sostenibles. Hoy hablamos de los hogares inteligentes, de domótica y del Internet de las cosas.
¿Qué es la domótica?
La domótica es un conjunto de sistemas orientados a automatizar una vivienda integrando gestión de seguridad, energía, confort y comunicaciones. Es por eso que la domótica consiste en el uso de la tecnología para la automatización de procesos en diferentes ámbitos. Esta integración se puede gestionar mediante redes interiores o exteriores (cableadas o inalámbricas) y se puede controlar desde fuera o dentro del hogar. El resultado es una vivienda inteligente, un hogar que conoce las necesidades de sus inquilinos e intenta darles una respuesta.
La palabra domótica fue acuñada en los años 70. Proviene de la palabra latina “domus”, que significa casa en latín y tica, que en griego significa: «funciona por si sola».
La domótica incluye elementos de hardware y de software que permiten desarrollar plataformas personalizadas.
Las instalaciones domóticas permiten automatizar rutinas y tareas como por ejemplo, despertarnos y sin levantarnos de la cama podemos pedirle a nuestra casa que suba la calefacción, que nos prepare un café o que encienda la televisión. También nos permite, por ejemplo, encender y apagar las luces de casa sin necesidad de pulsar el interruptor, cerrar la casa con llave des de la oficina o bajar las persianas…Además, también nos permite programar estos mandatos a nuestra casa en horarios que nosotros deseamos.
Ventajas de la domótica
- Ahorro de energía: la domótica permite un control de los dispositivos eléctricos y electrónicos. Esto puede suponer un ahorro de energía ya que nos permite programar, por ejemplo, el tiempo que una bombilla debe permanecer encendida.
- Fomento de entornos más accesibles
- Seguridad
- Confort
- Mejora las comunicaciones
Los sistemas domóticos, además, son capaces de conectar objetos entre ellos y a Internet al mismo tiempo. Es por eso que una de las funciones de la domótica es la que se encarna y se conoce como Internet de las cosas. La domótica y el Internet de las cosas van de la mano y han venido para quedarse.
Internet de las cosas (IoT) y hogares inteligentes
“La red que interconecta objetos físicos valiéndose del Internet”.
Internet de las cosas o IoT (Internet of Things) es un concepto que se refiere a la interconexión digital de los objetos cotidianos con Internet, convirtiéndose así en objetos inteligentes. Con IoT podemos mejorar nuestra calidad de vida, establecer rutinas más sostenibles, alcanzar metas con más eficiencia, crear ecosistemas domésticos más confortables…
A nadie le cabe duda de que Internet de las Cosas está cambiando nuestras vidas y que cada vez es mayor su importancia. Según el informe de Strategy Analytics, el impulso fundamental para que el mundo conectado crezca será su penetración en los hogares inteligentes, y se estima que habrá más de 20.000 millones de objetos conectados a finales de 2020.
Muchos son los expertos que piensan que los hogares inteligentes serán el sector más importante del Internet de las Cosas (IoT) en un futuro próximo. Hasta ahora, el IoT aplicado a las empresas ha sido el área más desarrollada dentro de este nicho. Sin embargo, se espera que para los próximos años cambie y sean los hogares inteligentes los que articulen el crecimiento de los objetos conectados y se conviertan en el sector más importante en esta tecnología. Según Gartner, se estima que un 67% de los dispositivos conectados existentes en 2020 serán en el ámbito doméstico, como las Smart TV o los electrodomésticos conectados. (www.tendencias21.net)
Es por eso que vivir en un hogar inteligente ya no es cosa de las películas de ficción. Esta tecnología ya existe y, en gran parte, gracias al auge de la Internet de las Cosas. Cada vez son más el número de hogares que cuentan con estos sistemas inteligentes para optimizar el consumo eléctrico, ahorrar energía, mejorar la seguridad, potenciar el sistema de limpieza, el sistema de calefacción..
Ejemplo de dispositivos IoT para el hogar
- Dispositivos para la iluminación
- Dispositivos para climatización
- Dispositivos para motores (ventanas, persianas, toldos…)
- Dispositivos para accesos (cerraduras inteligentes, vídeo porteros, timbres…)
- Seguridad (sensores, alarmas técnicas…)
- Multimedia (altavoces wifi, Smart tv, reproductores)
- Salud (humidificadores, purificadores del aire…)
- Asistentes de voz
- Electrodomésticos conectados
Domótica + IoT = Casas inteligentes
Para poder llegar al concepto de hogares inteligentes se ha necesitado desarrollar y avanzar en el campo de la programación. Es por eso que para materializar estos avances se ha necesitado de la tecnología RFID (identificación por radiofrecuencia). Esta tecnología de identificación remota e inalámbrica consiste en un sistema de identificación mediante ondas de radiofrecuencia. Funciona con un dispositivo lector o reader vinculado a un equipo de computo que se comunica a través de una antena con un transponder (tag o etiqueta) mediante ondas de radio. De este modo se utiliza conectando un chip RFID en cualquier elemento y programar un teléfono para que lleve a cabo una acción concreta cuando lea este chip. Es por eso que podemos ordenar a nuestras casas inteligentes que enciendan la calefacción a las 18 de la tarde, bajen las persianas a las 21 o que nos preparen la comida para cenar.